jueves, 27 de diciembre de 2007

La silla que ahora nadie ocupa



Con la vista clavada sobre la copase halla abstraído el padre desde hace rato:pocos momentos hace rechazó el plato del cual apenas quiso probar la sopa.

De tiempo en tiempo, casi furtivamente,llega en silencio alguna que otra mirada hasta la vieja silla desocupada que alguien, de olvidadizo, colocó en frente.

Y, mientras se ensombrecen todas las caras,cesa de pronto el ruido de las cucharas porque insistentemente, como empujado

por esa idea fija que no se va,el menor de los chicos ha preguntado cuándo será el regreso de la mamá.