Lamento no ser esa persona que esperas,
odio tener que ser yo, esa que diga adiós,
perdón por no cumplir las expectativas,
pero aunque quisiera cambiar mis sentimientos
no puedo, no sé como pasar de un extremo a otro.
Quise aprender a quererte,
intenté hacerte parte de mis sueños,
creí que podría hacer que tu respiración
y mi respiración tuvieran sintonía.
Se que vas a pensar “que perdida de tiempo”
y sé, tienes toda la razón,
perdón por el tiempo que perdiste
pero gracias por cada instante que me regalaste.
Gracias por cada sonrisa que iluminó mi vida,
porque me transformaste en alguien especial para tu existencia,
por todas esas enseñanzas perfeccionadas,
y sobre todo gracias por cada beso de ternura.
Pero aunque me propuse ser yo
esa persona que buscabas,
no lo logré, por una simple razón:
“no soy yo la indicada”.
