Ya no soy yo.
Se llevaron mi corazón
y ahora, las aguas del mar
siempre están turbias,
el cielo plomizo,
y los pájaros ya no entonan su trinar.
La Luna, ya no baña de azul la noche.
No veo el Sol.
¿Dónde se habrá metido?
La risa de los niños se fue.
La hierba verde del campo
se ha secado.
De repente, mi imaginación ya no vuela.
Mi locura, se volvió cuerda.
¡Maldita cordura!
Mi amor encerrado en una cárcel
con mil candados.
Mi encendida pasión
la congelaron.
Mi ternura se endureció
como el granito.
Se agrió mi dulzura.
Cruel se volvió mi compasión.
Mi mentira piadosa
ahora es trágica verdad.
Mis palabras de aliento
enmudecieron.
Esta de ahora,
no soy yo.